Hemos hablado más de una vez de esta pequeña joya balcánica en este programa, también hemos pasado su música varias veces. Anna Popovic es una cantante, compositora y guitarrista de blues nacida en Belgrado y que sorprendiera al mundo en 1998 cuando editó “Hometown” en su país, un disco que rápidamente llegaría a toda Europa, donde especialmente en Francia y Holanda la adoptaron como propia. Ya en lugares más poderosos económica y musicalmente graba “Hush” en 2001 un disco que tenía algunos temas de su primer disco, y otros nuevos, y “Comfort to the Soul” el album que la consagró definitivamente y la hizo llegar a los Estados Unidos. En 2007 graba su primer trabajo en la cuna del blues “Still Making History” siempre, o mayormente, con temas propios, su excelente voz, su talento como intérprete y sus sorprendentes virtudes como guitarrista, cuestiones que en algún momento nos hicieron preguntar porqué no es una estrella con todas las letras con semejantes virtudes (además es sumamente bella); y quizás la respuesta es que nació en Serbia y no en Estados Unidos, como Alicia Keys, o en Gran Bretaña, como Joss Stone, cantantes tan buenas y bellas como Anna, pero que no componen tan bien ni tocan la viola. Este quinto disco, “Blind For Love” es el menos bluesero de su trayectoria, y para quienes amamos este género, podría considerarse un paso atrás, o sino, al menos, al costado, en una carrera que iba con grandes pasos siempre hacia delante. Aquí hay mas soul que en otros discos, y también un acercamiento peligroso al pop, pese a que el disco está producido por el destacado baterista de blues Tony Braunagel, quizás buscando darle esa aureola de estrella mundial de la que aún no goza. Esto no es necesariamente un juicio del valor sobre el disco que es muy bueno, simplemente un alerta sobre las elecciones que está haciendo en estos momentos. Canciones como “Part of Me” o el “Blues For M” son muestras claras de lo que esta chica puede llegar a hacer, y que se nota en sus trabajos anteriores, en cambio el tema que da nombre al disco, quizás un hit radial, no es de lo que más nos ha gustado. La acompañan, además de Braunagel, nombrecitos como Lenny Castro en percusión y los infaltables Darrell Leonard en trompeta y Joe Sublett en saxo, músicos que visten un trabajo que en líneas generales es más que aceptable pero que es un poco menos de lo que imaginábamos de uno de los discos más esperados de este 2009
Guillermo Blanco Alvarado
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