martes, 1 de septiembre de 2009

DISCO: Chris Duarte "3 9 6"

3 9 6 (Chris Duarte)
El primer disco del 2009 en el blues internacional, salido en los primeros días de Enero en los Estados Unidos, Japón y Europa … y si acá no se editaron los discos de Dr John, Taj Mahal, Gary Moore, Joe Bonamassa y Derek Trucks, ni hace falta que le cuente lo que pasó con el nuevo trabajo del ascendente bluesero estadounidense Chris Duarte conjuntamente con el grupo Bluestone & Co, denominado “396”. Chris Duarte se ha ido edificando una carrera más que acaptable en el mundo del blues de los Estados Unidos, canta con una voz que remite a algunos de los grandes del género, toca la guitarra de manera envidiable y ha hecho algunos discos interesantes combinando el blues con rock and roll furioso. “3 9 6” su nuevo trabajo no escapa demasiado de esa temática, aunque tiene la novedad de que lo hace juntamente con el grupo Bluestone & Co, una banda japonesa. Sí, me oyeron bien japoneses haciendo blues. No puedo negar que esa alternativa me generó expectativas algo pesimistas, prejuicios que uno tiene, sobre estos muchachos que nacieron tan lejos del Delta del Missisippi o del corazón de Chicago. Tan lejos como Pappo, Botafogo, Ali Farka Touré o Anna Popovic, pero estos son japoneses, usted me entiende. Y a propósito, debo decir dos cosas; la primera es que el disco no me terminó de convencer, es probablemente el más flojito de los que llevamos presentados durante este año, pero lo segundo que quiero decir es que los orientales no tienen nada que ver con el resultado del disco, tocan fenómeno y si yo no le digo que nacieron en Tokyo, Yokohama o Kyoto, usted ni se entera.El problema pasa por otro lado, básicamente por las decisiones de Duarte y su productor, Mike Varney, el disco no tiene ninguna cuestión medianamente novedosa, no hay apuestas, y si bien, el blues y el rock and roll clásicos, me gustan de por sí, durante todo el disco tuve la sensación de que esto ya lo escuché. Stevie Ray Vaughan, Joe Bonamassa, Johnny Winter si usted quiere y muchos otros blueseros blancos hicieron esta música muchos años antes, y mucho mejor, por lo que el entusiasmo que uno puede experimentar al escuchar las primeras guitarras filosas se va perdiendo al promediar cada tema, todos, casi siempre, en el mismo tono furioso. Apenas hay una pausa en algunos de los escasos blues que tiene el disco, fundamentalmente en “Mad As I Can Be” el blues de once minutos que escuchamos recién y que es, por lejos, lo mejor del album, un hermoso tema que muestra que Chris Duarte y sus amigos de kimono, si quieren pueden hacer excelente música. Es la excepción lamentablemente en este disco, hay algún que otro tema más o menos zafable y poco más. No me animo a recomendarlo, aunque si a usted le va el rock cuadradote y líneal, quizás le guste.
Guillermo Blanco Alvarado

No hay comentarios: